DAR UN "SÍ" SIN CONDICIONES. ENCARNACIÓN 2022

Una vez más, vivir el día de la Encarnación las coloca a ellas, Hijas de la Caridad, en el lugar de María y en su respuesta sin titubeos, sin miedos, sin restricciones. El día de la Encarnación las sitúa al lado de un anuncio que es más potente que las palabras y las introduce en el mundo de lleno, no de visita. Las lleva al lado de los que más sufren, de los más humildes porque allí todos cabemos y las permite generar vida donde, aparentemente, no hay posibilidad. ¿Se puede pedir más?

 

Los tiempos que corren no las están facilitando responder a ellos con seguridad y certezas. Esto quizás provoca inquietud, pero también, hace que la dimensión espiritual de la persona adquiera mayor relevancia como sucede en la Anunciación. Ahí vemos en María cómo la fragilidad de una joven virgen encuentra la mayor fuerza en Dios. Ella, ante todo, no comprende ni “cómo puede ser”, ni “por qué ella”.  Aún así dijo un “Sí” sin condiciones, un “Sí” a la Vida y después, lo guardó todo en su corazón. Esta actitud, además de ejemplar, no deja de impulsarlas, con pasión, a la misión, a Dios, a las Hermanas.

 

Pedimos al Señor por cada Hija de la Caridad en el día de la Encarnación. Que este nuevo “Sí” les ayude a todas a abrirse algo más, a “ir hacia” con lo poco que tengan, a “encontrarse” aún en la debilidad. Tengamos muy presente en nuestra oración a las Hermanas más enfermas, especialmente a aquellas que ya no tienen conciencia del día que es, pero sí  de lo que significa. Oremos por los problemas del mundo, por la finalización de las guerras, por la erradicación de la violación de los derechos humanos, por la  Iglesia y la Compañía y ¡cómo no! por nuestras comunidades y personas a las que sirven.

 

 ¡Feliz día de la Encarnación!