Al
girar la cabeza vio a la Virgen de pie. Iba vestida con ropa de seda, un
vestido largo y un velo blanco cubriéndole la cabeza.
A
sus pies pisaba una serpiente (símbolo del mal) sobre un globo blanco
representando al mundo. Tenía las manos a la altura del pecho y estaba preciosa
mirando al cielo.
En
este primer momento no hubo conversación, Catalina solo observaba la imagen de
la Virgen.
Después
una voz se hizo escuchar y dijo estas palabras:
“Este
globo representa al mundo entero, especialmente a Francia… y a cada persona en
particular”.
Después
sus manos se abrieron y Catalina pudo ver cómo de cada dedo salían unos rayos
de diferentes clases y tamaños.
Entonces
una voz le fue explicando el sentido de la visión:
“…
los rayos son el símbolo de las gracias (favores/ayudas) que yo derramo sobre
los que me las piden y me siento dichosa concediéndolas”.
Catalina
se dio cuenta de que los rayos no salían de todos los dedos y le preguntó por
qué. María le contestó que eran las gracias que nos olvidábamos de pedir.
Después
Catalina pudo ver cómo se formaba un cuadro ovalado alrededor de la Virgen y se
podía leer: ¡Oh María sin pecado concebida, ruega por nosotros que recurrimos a
Ti!
Entonces
la Virgen María le dijo:
-
Haz acuñar una medalla según este modelo, las personas que la lleven en
el cuello recibirán grandes gracias; las gracias serán abundantes para las
personas que la lleven con confianza.
En el reverso aparecieron una M
entrelazada con una cruz, un corazón coronado de espinas (el de Jesús) y otro
traspasado por una espada (el de María).
“Quien la lleve, recibirá muchas
gracias si lo hacen con devoción y confianza”.
Aquí os dejamos un trabajo realizado por los alumnos mostrando la vida de Santa Catalina y las tres apariciones.