ORACIÓN VIERNES SANTO 10 DE ABRIL

Jesús el Maestro nos ha convocado a cada una/o por nuestro nombre en esta mañana. Se nos ofrece la oportunidad de vivir el desafío del amor, del AMOR con mayúscula. Es este un día que nos incita a descubrir “lo que Dios quiere de ti, de mí”: “Que ames tiernamente”.

Tenemos hoy una invitación al amor, a amar sin medida. Una invitación que nos hace Jesús que se entrega. Las celebraciones de estos días nos van conduciendo paso a paso hacia la Pascua. Estamos en la mañana del Viernes Santo.

Estamos en territorio sagrado, Jesús está muriendo hoy por nosotros. Y esa muerte ahora mismo se está padeciendo en los muchos calvarios de nuestro mundo. Mira hoy a Jesús en la cruz con ojos nuevos, contempla, admira, déjate penetrar por la fuerza que emerge de una cruz en la que pende el AMOR.

Es un día para vivir atentos porque bien puede ser este día para ti “tierra sagrada” en el que Dios quiere comunicarte algo. El ritmo de este día es de oración, reflexión. Os invito a cada uno a realizar un camino personal de interiorización y encuentro. Por ello os pido un clima de silencio que favorezca ese encuentro.

“Jesús, reunió a la gente y a sus discípulos, y les dijo: «Si alguno quiere venir detrás de mí, que renuncie a sí  mismo, que cargue con su cruz y me siga”.  (Mc 8,34)

Cuando Jesús dice: Si alguno quiere venir detrás de mí, que renuncie a sí  mismo, que cargue con su cruz y me siga…, sentimos que Jesús nos está llamando a ser discípulas/ los, nos está llamando a acoger los planes de Dios Padre, y no a aferrarnos a nuestros impulsos, deseos, decisiones, a nuestros limitados sueños; sentimos que nos invita a seguirle…

Realmente Jesús es un enamorado del Reino y no tiene miedo a invitar, a llamar a la gente y a sus discípulos  a entregarse a ese Reino, a construir un mundo mejor, a un compromiso radical…

Necesitamos amar tiernamente, también nosotros/as necesitamos enamorarnos del Maestro. Este es el camino que hoy se nos ofrece: acoger el amor, la llamada de Jesús.  Jesús nos seduce y esa seducción es tan potente que quien se deja cautivar por ella…  se hace la pregunta ¿De qué me sirve ganar todo el mundo…?, como se la han hecho tantas y tantos que acabaron dejándolo todo para seguirle.

Amar tiernamente es un reconocer la necesidad que tenemos de amar y entregar el amor. Descubrir que el mundo necesita amor. Que necesita mi entrega-tu entrega al amor. Hoy, aquí, ante la cruz, Jesús nos pide respuesta a ese amor, a esa entrega generosa.

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 Hoy también os animamos a comenzar a colorear este cómic con vuestros/as hijos/as e ir paso a paso hasta llegar al Domingo de Resurrección