Hoy celebramos
la fiesta del Cuerpo y la Sangre de Cristo. Y es para nosotros tan importante
que seguro después de esta celebración habréis salido por vuestras calles en
procesión, celebrando esta fiesta...¿Y qué celebramos?
Cuando un
equipo gana una competición, le dan un premio, un trofeo que exhibe con orgullo
por su pueblo... Pues esto es algo parecido a lo que nosotros celebramos, y que
para nosotros es tan importante que lo sacamos a la calle orgullosamente. ¿Y
qué es?
La liga de fútbol
es muy importante, pero quizás el año próximo la gane otro equipo y no nos
acordaremos de este año.... ¿Qué cosa es tan importante para nosotros? ¿Qué es
lo más importante? ¿Lo que nos hace más felices? .... EL AMOR.....
Estamos tan
contentos porque alguien me quiere tanto, que ha sido capaz de dar su vida por
mí... tengo que estar feliz....
Miremos a los
pelícanos que aman tanto a sus crías que se van arrancando a trozos su propio
cuerpo para alimentar a sus crías, con la gran satisfacción de que sus crías
siempre llevarán en ellas una parte de su madre, porque su trozo de carne se
hará carne nueva en ellas.
El cuerpo y la
sangre de Jesús. ¿Esto qué es?... un trozo de carne... ¿Y qué tiene
que ver esta carne con el pan y el agua?... pues que el alimento del pan y del
agua se transforma en carne de un ser vivo... Muy bien... Pues esto que acabáis de descubrir es el gran
descubrimiento de la Eucaristía, la fiesta que hoy celebramos... porque uno es,
aquello que come... si come crece, si no come, muere... si come grasa se
convierte en grasa... si come proteínas se convierte en fuerza...
Pues el mismo
Cristo, que tanto nos ama que dio su vida por nosotros... quiso quedarse para siempre
con nosotros, quiso hacerse cuerpo en nosotros para vivir dentro de nosotros...
y por ello, Cristo en la última Cena da a comer su cuerpo y su sangre... en
forma del pan y del vino que consagramos en la Misa...
Cuando nosotros
comemos este pan y este vino... el Cuerpo y la Sangre de Cristo pasan a
transformarse en cuerpo y sangre nuestra... y nosotros nos transformamos en un
cachito de Dios... ¿en qué se debe notar? pues en que nosotros debemos de ir
pensando como Dios, y actuando como Dios... amando, perdonando, ayudando,
compartiendo... de forma que cuando la gente vea todo el bien que hacemos diga
"ese chico/a tiene a Dios dentro, se le nota"... esto es comulgar...
y si a todos los cristianos se nos notara, porque comulgamos con Cristo, este
mundo sería un mundo maravilloso...