San
Vicente y Santa Luisa, no pasaron de largo ante una realidad que les
interpelaba. Hoy no vivimos en un mundo diferente, nuestra realidad no es muy
distinta a la de su tiempo, carente y falta de amor tanto hoy como ayer. Ellos
dos se pusieron en marcha y, sabiendo que el mundo los necesitaba, decidieron
actuar. JMV como Asociación juvenil Vicenciana que bebe del mismo carisma,
sigue atendiendo a esta misma misión, la de mirar de frente la realidad y
actuar como miembros comprometidos de la Iglesia. ¡Vicencianos, el mundo nos
necesita!
¡ANÍMATE,
ÚNETE, TE ESPERAMOS!